Algo fundamental y que puede marcar una clara diferencia entre el éxito y el fracaso de una empresa, es el conocimiento sobre los costes de la misma. Estos siempre están presentes, y no todos son evidentes a simple vista.
En este caso, hablamos del problema de los costes ocultos. Estos son aquellos gastos, no imputables, ni directa ni indirectamente a ningún elemento que genere valor para la organización; es decir, son gastos no productivos o necesarios para el funcionamiento de la empresa y suelen pasar desapercibidos con facilidad a los sistemas contables.
Este tipo de costes los podemos encontrar en cualquier actividad o área de la empresa. Claramente, son señal de ineficiencia, pues se pueden terminar provocando gastos innecesarios debido a la poca planificación o uso inadecuado de los recursos. Por ello, la identificación, cuantificación y eliminación de los mismos es determinante en la toma de decisiones, ya que podemos ver incrementada en gran medida la rentabilidad, productividad y el output final.
Los costes ocultos más comunes son probablemente aquellos que vienen de disfunciones en la organización, es decir, la empresa está pagando de más porque está mal organizada. A continuación os mostramos una lista con los costes ocultos más comunes que podemos encontrar:
Como podemos observar, algunos de ellos no dejan de ser simplemente malas prácticas y tampoco están tan ocultos porque repercuten directamente en salidas reales de dinero.
Se ha recibido un incentivo de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía IDEA, de la Junta de Andalucía, por un importe de 39.564,00 € cofinanciado en un 80% por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, FEDER para la realización del proyecto “Unidad móvil de ensayo y testeo de cargas paletilizadas” con el Objetivo de Conseguir un tejido empresarial más competitivo.